Quisiera
empezar este artículo académico haciendo referencia a los recientes
acontecimientos ocurridos en nuestro país en el marco de la conflictividad
social Post 7 de diciembre del 2022, donde se pudo evidenciar el gran impacto
que tuvo LA DESINFORMACIÓN como elemento principal sobre el cual se sustentaron
dichas acciones, llegando incluso y sin temor a equivocarme a ser considerada
como el CENTRO DE GRAVEDAD en dicho escenario; por ello la importancia de
abordar la temática y ver su relevancia como amenaza en el planeamiento y
conducción de las operaciones y acciones militares. Asimismo, cuando se
diagnostica e identifica una amenaza, se evalúa el escenario en el cual se
desarrolla, en este caso es el ÁMBITO COGNITIVO; luego de lo cual se elaboran
alternativas de solución que en este caso correspondería fortalecer las
OPERACIONES DE INFORMACIÓN; es por ello que, en este escrito abordaremos los
tres (03) tópicos: Desinformación, Ámbito Cognitivo y Operaciones de
Información.
LA
DESINFORMACIÓN puede ser considerada una amenaza a la seguridad nacional por
varias razones. En primer lugar, la desinformación puede socavar
la confianza de la población en las instituciones y en el estado, lo que puede
debilitar la estabilidad política y económica del país, si la población no
confía en las autoridades y en la información que se les proporciona, puede
haber un aumento en la desobediencia civil, la protesta y la inestabilidad
social; en segundo lugar, la desinformación puede ser utilizada como una
herramienta por actores externos para influir en la política interna de un
país, los ataques de desinformación pueden ser utilizados para influir en la
opinión pública, desacreditar a personalidades del país, fomentar la discordia
y la división entre los grupos sociales; en tercer lugar, la
desinformación puede ser utilizada para socavar la seguridad nacional
directamente, por ejemplo los ciberataques que propagan información falsa
pueden tener como objetivo dañar las infraestructuras críticas o la seguridad
de la defensa nacional. En resumen, la desinformación puede representar una
amenaza a la seguridad nacional de un país al debilitar la confianza de la
población en las instituciones, influir en los procesos de política interna del
país, fomentar la división social y socavar la seguridad directamente.
En cuanto al ÁMBITO O
DIMENSIÓN COGNITIVA podemos evaluar su importancia en el marco de la evolución
de los campos de batalla; por lo que sabemos que, al inicio de la guerra los
campos de batalla tenían solo dos dimensiones como son: frente y profundidad (en el ámbito terrestre y marítimo); sin embargo, con el
avance tecnológico y la necesidad de generar un desbalance se inventan las
aeronaves con lo cual se incorpora una nueva dimensión: “el espacio aéreo”, el cual brindo una marcada ventaja estratégica, operacional y táctica
a las fuerzas que disponían de esta capacidad. A través de los años el
desarrollo tecnológico siguió marcando el factor desequilibrante en la
conducción de operaciones y es en este contexto en el que aparece la influencia
de las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TICS), inicialmente con el
uso de la cuarta dimensión “el espectro
electromagnético” facilitando en un
principio el comando y control de las acciones a través de los medios de
comunicación, para posteriormente
desarrollar tecnología para contrarrestar esta libertad de acción a lo que se
le llamo “Guerra Electrónica”, buscando ambos adversarios establecer un control
efectivo de esta nueva dimensión. Posteriormente en un segundo momento del
desarrollo de las TICS podemos dar cuenta de la aparición de una quinta
dimensión “el
ciberespacio”, lugar donde
actualmente se producen todas las interacciones virtuales entre los componentes
de una fuerza para asegurar el uso y procesamiento de la información por un
lado y evitar que el adversario a través de la guerra cibernética pueda
neutralizar dicha capacidad. En el caso del ámbito o dimensión cognitiva, si bien es
cierto no es una dimensión exclusiva y excluyente de las otras porque es
transversal y tiene un impacto en las otras cinco (05), consideramos que juega
un papel crucial en las operaciones militares, ya que las decisiones y acciones
de los líderes y soldados son influenciadas por su percepción, comprensión y
toma de decisiones en situaciones complejas y dinámicas. La toma de decisiones
en el campo de batalla también está influenciada por la cognición social, que
se refiere a la capacidad de los líderes y soldados para comprender las
intenciones, emociones y motivaciones de los demás actores en el campo de
batalla. Esta habilidad es importante para comprender la psicología del enemigo
y tomar decisiones que reduzcan los riesgos para las fuerzas propias. En
general, el ámbito cognitivo influye en la capacidad de los líderes y soldados
para percibir, interpretar y responder a las complejas situaciones que se
presentan en el campo de batalla, es por eso que el entrenamiento cognitivo y
la educación son cada vez más importantes en la preparación de las fuerzas
militares para hacer frente a los desafíos y amenazas cambiantes en el
entorno de combate; debiendo a nuestro criterio considerarse como la
SEXTA DIMENSIÓN DE LA GUERRA.
En
cuanto a las OPERACIONES DE INFORMACIÓN, podemos decir que estas pueden ser una
herramienta efectiva para combatir la amenaza de desinformación en ciertos
contextos, pero es importante recordar que estas operaciones deben llevarse a
cabo dentro del marco legal y ético establecido. Algunas formas en que las
operaciones militares de información pueden ayudar a combatir la desinformación
incluyen: contrarrestar la propaganda; las operaciones de información
pueden ser utilizadas para contrarrestar la propaganda y la desinformación
producida por fuerzas hostiles, esto puede incluir la producción de contenido
informativo veraz y el uso de las redes sociales para difundir información
precisa. Educación y capacitación; se pueden educar y capacitar a las fuerzas
y a la población civil sobre cómo identificar la desinformación y cómo evitar
su propagación, esto puede incluir la difusión de información sobre cómo
verificar la veracidad de las noticias y cómo identificar las fuentes de
información confiables. Fomentar la transparencia; se puede trabajar
para fomentar la transparencia y la apertura de las operaciones, esto puede
incluir la divulgación de información sobre las operaciones militares y el
trabajo para garantizar que la información pública sea precisa y confiable. Es
importante recordar que las operaciones de información deben llevarse a cabo de
manera legal y ética, esto significa que las operaciones deben estar dentro de
las leyes y regulaciones nacionales e internacionales aplicables, y deben
evitar la difusión de información falsa o engañosa; además, las operaciones de
información deben tener en cuenta la protección de los derechos humanos y la
privacidad de las personas.
Haciendo
benchmarking con el Reyno de España podemos decir que el Estado Mayor de la
Defensa de España (EMAD) cuenta con varios mecanismos para combatir la
desinformación y son los siguientes: Vigilancia y análisis de la información;
el EMAD tiene la capacidad de monitorear la información en diferentes medios,
incluyendo las redes sociales, para detectar posibles amenazas y desinformación,
su personal se encarga de analizar la información para identificar las fuentes
y verificar la veracidad de la información. Comunicación y difusión de
información; el EMAD tiene la responsabilidad de proporcionar información
clara y precisa sobre las actividades de la defensa nacional a los ciudadanos,
los medios de comunicación y otros organismos gubernamentales, utilizando
diferentes canales de comunicación, incluyendo las redes sociales, para llegar
a una audiencia más amplia y hacer frente a la desinformación. Educación y
concientización; el EMAD también trabaja en la educación y la concientización
de la población sobre los riesgos de la desinformación y llevan a cabo campañas
de sensibilización para que los ciudadanos aprendan a identificar y combatir la
desinformación. Cooperación internacional; el EMAD también colabora con
otros países y organismos internacionales para combatir la desinformación a
nivel global, llevando a cabo operaciones conjuntas para analizar y
contrarrestar la desinformación, y se comparten buenas prácticas para mejorar
la capacidad de respuesta contra este fenómeno. En resumen, el EMAD tiene una
estrategia integral para combatir la desinformación que incluye vigilancia,
comunicación, educación y cooperación internacional.
Finalmente podríamos afirmar que el ámbito cognitivo, ya sea como la sexta dimensión de la guerra o no, tiene una relevancia sustancial en el planeamiento y conducción de las operaciones y acciones militares, más aun si tenemos en cuenta que es uno de principales escenarios en el contexto de la guerra en la zona gris; por lo cual, deberíamos considerar la desinformación como una amenaza a la seguridad nacional desde la evaluación y visión de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINI), debiendo implementar a partir de ello, un Sistema de Operaciones de Información Conjunto articulado y liderado por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas por ser el responsable de planificar y conducir las operaciones y acciones militares conjuntas en el Perú, en el marco del cumplimiento de sus roles estratégicos y constitucionales.